“Mal de muchos consuelo de tontos” es una frase que acepto como propia, es decir, no acepto quedarme sin información sobre un tema y menos con el de la muerte. Cuántas veces he visto funerales donde la gente entierra a su familiar y luego sigue su vida sin cambiar sus actitudes negativas y peor sin hacerse las preguntas claves: ¿Qué pasa luego de la muerte? ¿Hay vida después? ¿Cómo podemos comunicarnos con los seres que pasan al otro lato?
Cómo toda investigación es importante empezar a recabar datos consultando fuentes confiables o respetadas que traten sobre el tema. Hoy incluyo una cita de un libro del periodista JJ Benítez titulado Jesús de Nazaret – Nada es lo que parece:
“¿Qué pensaba Jesús de la muerte?... Muy simple: sólo es un paso necesario, un mecanismo natural, una especie de “ascensor” para “desembarcar” en otro lugar. Se cansó de repetirlo: no hay que temer. Sólo confiar. Y para demostrarlo se “presentó” después de muerto. Y lo hizo, al menos, en diecinueve ocasiones. Sí, muchas más de las que registran los Evangelios… Y dígame: ¿cree usted que esas “presencias” fueron gratuitas? ¿Por qué lo hizo? Justamente para dejar claro que, tras el dulce sueño de la muerte, hay vida. La verdadera vida ”. (Páginas 138-139)
Buscar a Miguelina se me presenta como caminar en un cuarto oscuro en el cuál no he entrado antes: me tropiezo con algunos objetos y voy adaptándome poco a poco al espacio. Estoy convencido que voy a contactarla. La clave está en hacerme las preguntas correctas para recibir las respuestas que requiero.
JK
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