Todo sigue igual - Todo cambió

Miguelina partió y aparentemente todo sigue igual, pero no: todo cambió.

Caso 1:
Cuando fui a MRW nuevamente hicieron mal su trabajo y prestaron una trato al cliente incorrecto: eso no ha cambiado, por lo que les recomiendo no utilizar este sistema de envío, sobre todo en las oficinas de El Hatillo y del Centro Comercial La Pirámide... aunque en realidad no hay oficina de ellos en donde te traten bien, así que busquen otra opción.
Digo que todo sigue igual pero todo cambió porque el que cambió fui yo: Por Miguelina no me dejé abusar, les hice notar su mal trabajo, me propuse no volver a sus oficinas y tomé nota para rayarlos con sus clientes.

Caso 2:
Cuando fui al cine de Concresa, la muchacha que me vendió la entrada me dio el boleto pero no la factura. Le pregunté y me dijo "no la sacamos", cosa que en venezolano significa "tú eres un cliente al que no facturamos para agarrarnos el dinero y de esta manera redondear mi mal sueldo".
Digo que todo sigue igual pero todo cambió porque el que cambió fui yo: Por Miguelina y para sorpresa de la muchacha mal pagada del cine, le pedí educadamente la factura para evitar que se robara el valor de mi entrada.

Estos son sólo dos ejemplos de cómo mi vida cambió con la partida de Miguelina y el comienzo de su búsqueda: La gente sigue siendo igual, el que cambió fui yo.
La gente sigue preocupada por la política, por cuanto dinero puede obtener, por otro levante más, por el chisme, por la venganza, por comer o por adelgazar... Yo no quiero montarme más en esas ruedas de hámster, no me coloco ningún grillete de esclavo.

Un escritor por lo general tiene el don o la maldición de vivir y ver la vida al mismo tiempo, pero cuando el dolor llega la capacidad de ver la vida con distancia aumenta de intensidad.

Por lo pronto acepto que estos primeros post suenen a duelo pero sé que este blog no es un recetario para aceptar o taponar el dolor, es una bitácora de la investigación para lograr algún contacto con el otro lado: no podemos seguir enterrando o cremando a seres queridos, cantarles, ponerles flores y a la próxima parrilla y cervezada que es como si escondiéramos la cabeza en la tierra como avestruces.

¿A dónde se van los seres queridos cuando su "escafandra" se avería definitivamente?
¿Cómo contactarlos?
Esas son las preguntas importantes.

JK